En Praga se come muy bien y algunos de sus platillos son toda una experiencia para el paladar extranjero. Si viajas a la capital de República Checa, ten en mente estos platillos que tanto como los paisajes, la arquitectura gótica y moderna, serán inolvidables.
5 Platillos que sí o sí deberías probar en Praga
Estas recetas checas no se pueden recrear en otra parte del mundo con tanta autenticidad.
Tartar de solomillo de ternera
Si eres amante de las carnes, no dejes de probar esta receta. Se trata de carne cruda que se corta, se raspa o se pica y se sirve con condimentos y un huevo encima, o simplemente se vende premezclada. Se come con pan tostado y toque de ajo. ¿te gustaría probarlo?
Pato asado
Los checos son los reyes de las recetas cuyo protagonista es la carne de pato. El pato en Praga es un clásico de los almuerzos dominicales. Al igual que el escalope, el pato se puede encontrar en el menú de muchos restaurantes, se puede hacer simplemente asado, relleno o con una salsa confitada ¡Todas las presentaciones abren el apetito! El pato asado bien condimentado es rico, dulce, picante, salado y amargo en cada bocado.
Kulajda
Si eres más de sopas y además eres vegetariano, te encantará probar el Kulajda. Es una sopa de champiñones y papa muy tradicional, con sabor ligeramente agridulce. Además se sirve con una porción generosa de eneldo y un huevo escalfado, a menudo un huevo de codorniz (por supuesto que la receta sigue siendo auténtica sin el huevo, en el caso de que seas vegetariano). En algunos restaurantes se le agrega aceite de girasol.
Vuřty na černém pivu
Esta es una excentricidad que debes probar si viajas a República Checa. Se trata de salchichas en cerveza oscura. Son picantes, una sorpresa considerando que la comida checa es muy suave y dulce, la carne es jugosa y llena de sabor. Estas salchichas se vierten en un Pilsener, más de un tercio de la cerveza es espuma, pero no te preocupes, así debe ser.
Queso frito
El queso frito es una delicia, pero Praga es un lugar muy especial para comerlo. Básicamente consiste en una rebanada de queso Eidam frito y empanado. Puedes comer queso frito delicioso en cualquier pub de Praga y te aseguramos que la experiencia en el paladar será inolvidable. En algunos lugares, el queso se envejece en casa durante seis semanas adicionales y se fríe en mantequilla. En otros lugares el queso se empaniza y se fríe. De todas maneras es uno de los platillos más vendidos en los pubs de Praga ¡No dejes de probarlo!
Cuando sea el momento de viajar, prepara la maleta pero también el paladar, pues en Praga sí que saben comer bien. ¡Buen Provecho!